Un centro educativo es un espacio en el que multitud de personas pasan diariamente muchas horas al día. De ahí la importancia de llevar a cabo un mantenimiento periódico que evite la acumulación de suciedad, lo que podría llegar a provocar la proliferación de bacterias y gérmenes.
La limpieza de colegios es, por lo tanto, fundamental para garantizar un sistema de salud de calidad y una higiene adecuada. De ella depende el correcto funcionamiento de estas instituciones, puesto que un ambiente saludable es imprescindible para el normal desarrollo de las actividades que realizan alumnos y personal docente.
Una escuela o edificio de enseñanza se divide en diversas áreas y dependencias como aulas, despachos, zonas deportivas y de recreo, pasillos, bibliotecas y salas de estudio, lavabos, etcétera. Por lo tanto su limpieza requiere el desempeño de una serie de tareas que son diferentes a las que se tendrían que realizar en otros lugares como, por ejemplo, una vivienda.
Si bien es cierto que no existe un protocolo estrictamente definido, la limpieza de colegios ha de regirse por una serie de pautas. Conviene tener en cuenta que el público mayoritario en estos centros son menores, que en muchos casos pueden llegar a ser más vulnerables a la hora de contraer infecciones o enfermedades, algunas de ellas contagiosas.
Extremar las precauciones, sobre todo en las zonas más críticas, es más que aconsejable. Dependiendo del uso habitual de cada dependencia, el tratamiento tendrá que ser diferente. Por ejemplo, los lugares de mayor tránsito como pasillos, escaleras, aulas, salas de estudio, recepción o despachos requieren que se practique una desinfección diaria.
Sin embargo, los espacios abiertos como las áreas para el recreo y la actividad deportiva no necesitan de esta clase de mantenimiento, ya que están expuestas constantemente a la acción de agentes externos contaminantes. De ahí que tampoco sea estrictamente necesario que se desempeñe una labor de limpieza diaria puesto que resultaría infructuosa y, por lo tanto, absurda.
Pasos generales a seguir en la limpieza de centros educativos
En líneas generales, existe una serie de pasos a seguir con los que se ha de cumplir para desarrollar un mantenimiento acorde a las necesidades específicas que plantean estos centros de enseñanza. Se pueden aglutinar estas pautas de actuación en las siguientes:
– Vaciado diario de papeleras.
– Eliminación del polvo en las zonas en altura.
– Limpieza del mobiliario.
– Desinfección de elementos que habitualmente se toquen con las manos (pomos de puertas, ordenadores…)
– Fregado y desinfección de los suelos.
– Adecuada ventilación de las estancias.
Estas normas básicas de funcionamiento se han de poner en práctica de forma diaria. Asimismo, hay que aumentar el nivel de exigencia en períodos críticos como, por ejemplo, el inicio de la primavera o el invierno, en los que las enfermedades se propagan con una mayor frecuencia.
¿Qué productos utilizar para la limpieza de colegios?
En la limpieza de colegios adquiere una especial relevancia el uso de productos adecuados cuyo nivel de toxicidad sea nulo. Detergentes y limpiadores que, a ser posible, estén etiquetados como ecológicos y sostenibles, principalmente porque garantizan un impacto negativo inexistente cuando entran en contacto con el medio ambiente o con las personas.
La frecuencia en la limpieza no ha de ser la misma en todas las dependencias. Así, por ejemplo, las de mayor tránsito y uso diario tendrán que limpiarse de forma habitual, mientras que aquellas como sótanos, archivos, etcétera, podrán recibir un mantenimiento quincenal o mensual.
Las tareas que requieran un esfuerzo a fondo, como la limpieza de cristales y zonas inaccesibles o el adecentado del pavimento, por ejemplo, podrán llevarse a cabo en los periódicos en los que estos centros educativos se encuentren cerrados.
Es imprescindible y muy recomendable, eso sí, que se encargue una empresa profesional de limpieza. Juanlu Limpiezas, en este sentido, es una referencia en Vitoria. ¡Contacta con nosotros!